La historia de la Isla Cerralvo, ubicada en el Mar de Cortés, frente a la costa de Baja California Sur, es un fascinante viaje a través del tiempo, donde se entrelazan mitos, exploraciones y una rica biodiversidad.
Originalmente habitada por los Pericúes, una tribu indígena que pobló la región sudcaliforniana, la isla era conocida por estos antiguos habitantes como "Santiago" o "Cerralvo" en honor al virrey de la Nueva España, el Marqués de Cerralvo, durante el período colonial. La isla fue un punto estratégico para los navegantes y exploradores españoles del siglo XVI, quienes la utilizaron como referencia en sus expediciones por el Mar de Cortés.
A lo largo de los siglos, la Isla Cerralvo se convirtió en un punto de interés no solo para los exploradores y navegantes, sino también para los piratas y buscadores de tesoros. Se dice que la isla fue utilizada como escondite por piratas que merodeaban las aguas del Pacífico, y algunas leyendas locales aún hablan de tesoros enterrados en sus costas.
Durante el siglo XX, la Isla Cerralvo comenzó a atraer la atención de biólogos y ecologistas debido a su biodiversidad única. Las aguas que rodean la isla son ricas en vida marina, incluyendo especies como el pez espada, el marlin, el dorado y diversas variedades de tiburones, lo que la convierte en un destino popular para la pesca deportiva y el ecoturismo. Además, la isla alberga una variedad de flora y fauna endémica, lo que subraya su importancia ecológica.
En el 2009, en un esfuerzo por reconocer y preservar su riqueza natural y cultural, el nombre oficial de la Isla Cerralvo fue cambiado a Isla Jacques Cousteau, en honor al famoso oceanógrafo y conservacionista francés que dedicó gran parte de su vida a la exploración y protección del Mar de Cortés. Sin embargo, tanto los locales como muchos visitantes continúan refiriéndose a ella como Isla Cerralvo, en homenaje a su nombre histórico.
Hoy en día, la Isla Cerralvo es un destino popular para turistas que buscan experimentar la belleza natural y la historia cultural de Baja California Sur. Sus playas vírgenes, aguas cristalinas y paisajes escarpados ofrecen un entorno ideal para actividades como el buceo, el snorkel, la pesca y el senderismo. La isla sigue siendo un símbolo de la rica herencia natural y cultural de la región, uniendo el pasado y el presente en un entorno que inspira admiración y respeto por la naturaleza.
02 de mayo del 2024.
Aynu.
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